Desde niña supe que las palabras serían mi casa.
Por eso estudié Periodismo en la Universitat Autònoma de Barcelona (2012): quería aprender a narrar, a sostener la verdad de los hechos y a tender puentes entre lo que sucede y lo que sentimos.
Con el tiempo comprendí que no basta con contar lo visible: necesitamos palabras que cuiden la raíz. Por eso me formé en Educación con Mirada Holística (Educació22): para sostener y acompañar la sensibilidad y el potencial de las nuevas generaciones. Sigo creyendo que la verdadera revolución nace cuando aprendemos a mirarnos con amabilidad y cooperar desde la ternura.
Experimentar un poco de la Facilitación de Grupos me enseñó a observar los hilos invisibles que mueven la dinámica colectiva: los conflictos, los silencios, lo que cada persona aporta y lo que cada espacio despierta en mí.
En un momento dado, la Astrología llegó a mi vida como una brújula para abrazar la complejidad del ser humano. Hoy la integro como herramienta para ayudar a otros a reconocerse, reconciliarse con su propia verdad y vivir desde su esencia.
El Movimiento y la Terapia Corporal (Institut Gestalt) son ahora uno de mis lenguajes favoritos: a través del cuerpo exploro procesos de autoconocimiento, expresión, creatividad y sanación. Creo profundamente que el cuerpo es la primera casa de la palabra y la semilla de todo mensaje auténtico.
Y porque la curiosidad nunca me deja quieta, soy también estudiante de Filología Inglesa: me fascina el origen de las palabras, sus secretos y la ciencia que nos sostiene.
Hoy reúno todo este camino para acompañar a personas y proyectos que quieren comunicar con raíz, coherencia y cuidado.
Comunicar no es solo hablar o escribir: es poner conciencia en cada gesto, cada silencio, cada frase que ofreces al mundo.